La terapia ocupacional, al igual que la terapia física, desempeña un papel vital en la recuperación y el bienestar de las personas que sufren lesiones, afecciones crónicas o se están recuperando de una cirugía. Su formación avanzada y especializada los convierte en fundamentos clave de la atención médica, según el Massachusetts College of Pharmacy and Health Sciences (MCPHS).
La terapia física (TF) se enfoca en restaurar el movimiento, desarrollar fuerza y mejorar la resistencia. Los fisioterapeutas trabajan para lograr objetivos como independencia, movilidad y reducción del dolor, utilizando ejercicios prescritos, atención práctica y educación del paciente. Se concentran en mejorar las habilidades motoras gruesas y en aliviar el dolor para mejorar la calidad de vida y la funcionalidad.
La terapia ocupacional (TO) se centra en adaptar, modificar o cambiar las actividades diarias de una persona. Los terapeutas pueden ajustar la actividad, el entorno o las habilidades de la persona para ayudarla a llevar a cabo actividades como cepillarse los dientes, vestirse o conducir. Ayudan a las personas a mantener su independencia y autonomía en sus actividades diarias.
Los médicos suelen derivar a los pacientes a terapia después de lesiones, cirugías o enfermedades como lesiones deportivas, cirugías ortopédicas, accidentes cerebrovasculares o enfermedades crónicas. Los fisioterapeutas realizan evaluaciones exhaustivas y desarrollan planes de tratamiento personalizados que incluyen técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y modalidades físicas para mejorar la calidad de vida y reducir el dolor.
Los terapeutas también brindan orientación y apoyo para prevenir lesiones musculoesqueléticas y evalúan continuamente el progreso del paciente para ajustar el plan de tratamiento según sea necesario. Las áreas de terapia física incluyen cardiopulmonar, dolor crónico, linfedema, neurología, deportes, ortopedia, suelo pélvico, vestibular y oncología.
Por otro lado, la terapia ocupacional abarca actividades de la vida diaria, equipos adaptativos, capacitación para cuidadores y familiares, planificación de rutinas diarias, regreso al trabajo y actividades de ocio, entre otros. En resumen, tanto la terapia física como la ocupacional son fundamentales para la recuperación y el bienestar de las personas en una amplia gama de situaciones médicas y de salud.
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